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Apuntes de geopoética (I)

La cartografía y el paisaje han sido muy visitados en la Amazonía desde los relatos ancestrales hasta las crónicas de los primeros viajeros extremeños. Muchas veces, ese paisaje y el paisanaje han sido hollados por esos viajeros de paso por la carga en la mochila –una muestra de ello puede verse en el relato del viaje de Carlos de la Condamine. Un buena incursión es visitar los mapas pergeñados por esos peregrinos. Comentaré brevemente uno, ese mapa tiene mucha miga. La que fue pespunteada por el Samuel Fritz en 1707, el original se encuentra en la Biblioteca Nacional de Francia, pero se puede encontrar fácilmente en internet. Recordemos que el mapa es un texto que necesita ser interpretado, bajo esa premisa nos moveremos. Fritz nació en el territorio de la antigua Bohemia y, coincidentemente, llegó a ser rector en la ciudad de Brno, lugar donde nació el novelista Milan Kundera. Volviendo a la cartografía, se sabe del primero que se tiene noticia fue el mapa de olas de las Islas Marshall, en Oceanía, lo hicieron los aborígenes para viajar en los archipiélagos. Pero, barriendo para casa, los mapas sobre la floresta son espectaculares porque anidan dentro de él gran parte del imaginario y limitaciones del cartógrafo, el cartógrafo que no sepa de esto mejor que renuncie a este oficio. Los primeros mapas tenían como protagonista al dibujante de esas cartografías a través de esos marbetes que se observan en los mapas, con el tiempo estos han ido desapareciendo y la leyenda de los mapas han tomado otras direcciones sino miremos el google map. El mapa broquelado por Fritz va desde Quito hasta la desembocadura del Amazonas y contó para su elaboración con muchas limitaciones instrumentales, pero aún así es un excelente mapa para interpretarlo. Se dice que los antiguos cartógrafos tenían un horror al vacío y se puede ver en el mapa de Fritz. Hay pequeñas etiquetas dentro del mapa que muchas veces lo deslucen; uno de ellos dice: El gran río Marañón. Está adornado con figuras de indígenas de arcos y flechas, uno luce una cruz en el pecho; animales silvestres y frutas exóticas –creo que con esos añadidos nos está diciendo bastante del mapa y del cartógrafo. También aparecen aparejos de medición, brújulas, incluyéndose una rosa náutica. La primera impresión es que el mapa pareciera la figura de un sistema neuronal, en términos amazónicos es una gruesa serpiente acompañado de hilos que son los afluentes nombrándolos a igual que los pueblos indígenas que tiene conocimiento. Hay dibujos de pequeños árboles y cerros a lo largo del mapa. Creo que está muy claro como ha pergeñado Fritz la floresta y la carga que traía. El paisaje y paisanaje han sido reinterpretados por el cartógrafo.

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