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El tornaviaje por Amargura

Estaba en la víspera de mi viaje a Lima y me llegó un mensaje por el watsap, por recomendación de un amigo, Walter Lingán, me solicitaba la posibilidad de apostillar una novela recién salida del horno. No conocía al escritor, pregunté a uno y a otro, de aquí, de allá y acullá, y más o menos tuve más pistas sobre él.

El nombre del autor es Melacio Castro Mendoza, peruano, residente en Essen, Alemania. Tiene formación en Ciencias Sociales, Historia y Filosofía, estos datos no son baladíes para la cocina literaria del autor que pesan, y mucho, al pespuntear la novela. En la solapa del libro se describe brevemente su CV literario, se deduce que no hay otras publicaciones de por medio, salvo esta novela- me cuenta Melacio a micrófono cerrado que pronto publicará un libro de poesía. Siempre de acuerdo con la información del libro este ha tenido una larga gestación, en los noventa, del 93 al 94, para el acopio de información y un año en la redacción de la misma (entre el 2013 a 2014), luego ha permanecido en las barricas del tiempo casi un lustro y pico, además, seguro para ir puliéndolo, es el tramo de más sudores de la novela. Como sabemos entre la escritura y hasta cuando el texto vea a luz hay un largo y sinuoso camino, y la novela, «La última marinera»*, de Castro Mendoza, que ha sido traducida al alemán, así lo confirma.

Es una novela tesis, el autor hilvana un retablo de la historia peruana y en razón de eso va construyendo los personajes y el  desencantado relato. La línea de partida es el pueblo, aldea, caserío, llamado Amargura, allí nace la historia en el primer capítulo. Amargura está ahí omnipresente, atraviesa el relato. Se aliña este torrente de historias el baile criollo de la marinera que forma parte de riguroso atrezo.

A través de este pueblo y sus personajes, en la región de La Libertad, que abarca la costa y los Andes de Perú, se desarrolla la novela. Hay un significado de amargura que nos indica que es la aflicción o disgusto, señala el mataburro, significado que motea la historia y los personajes en un país que nos deja esa sensación del nombre del pueblo. Amargura es un pueblo fronterizo, de la costa al pie de monte andino que tiene gran significado. Como muchos pueblos literarios de la saga de Macondo de García Márquez, de Santa María de Onetti, de Antaño de la escritora Olga Tokarczuc,  en Amargura, el autor nos hace conocer una parte de la historia pasada y reciente de Perú – sus terminales van desde las personas desaparecidas, líderes sociales hasta el siniestro Vladimiro Montesinos Torres.

En este pueblo literario, cerca de la ciudad de Trujillo, encontramos el clasismo, el racismo, el machismo, la violencia en todos sus extremos, el asfixiante centralismo, como bien sabemos, males tan endémicos y que acorrala y ahoga a la vida social peruana. También en esta aldea síntesis se muestra esa arista del realismo mágico de Perú con las curanderas y visionarias. Es muy curioso que la ciudad de Lima apenas muestre la cara en la novela, para mí es un gran indicador porque es navegar contra ese pesado y escaldado centralismo que abruma a los peruanos. Asimismo, advertir de un hecho significativo: el autor, no vive en Perú sino en Alemania, la escritura es parte de lo que llaman la escritura de la diáspora, del exilio, como señala T. W. Adorno en, «Mínima moralia», para muchos en el exilio la escritura es la patria de la salvación, seguramente lo fue y es para Melacio para entender esa historia amarga de Perú. Así vemos que desde Amargura y Hamburgo hay una conexión con madejas de historias y personajes en este tortuoso peregrinaje.

Es un viaje y un tornaviaje, ahí la fértil tensión. Desde fuera el narrador se imagina a Perú y que más a través de este pueblo que nos inquieta, que nos causa esa aflicción tan vallejiana. Una de la pegas en la novela es que quizás por la formación de historiador del autor pesa mucho en los largos monólogos que le quitan la dinámica de la novela, pero esto no impide que la historia sea parte de ese mosaico, que se construye lentamente en Perú, todos los días desde dentro y desde afuera.

* Castro Mendoza, Melacio. La última marinera. Editorial Adarve, Madrid 2022.

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