¿Libros raros o extraños en la floresta?
Leía el libro para bibliófilos “La memoria vegetal” del escritor Umberto Eco, en uno de los artículos publicados en él hace gala de su erudición sobre los libros extraños o raros que están en las bibliotecas de bibliófilos o en las ofertas de los libreros de viejo y antiguo que él los lee prolijamente, al detalle, en verdad, saca jugo de las descripciones de estos textos. Son libros extraños que han estado mordiendo el polvo del olvido y son sacados a la luz. Los que son extraños, no son los libros sino quienes los han escrito, personajes realmente literarios que enarbolan proyectos de los disparatados. Muchos de esos autores están ansiosos de reconocimiento y gloria, de un modo con las apostillas de Eco han sido rescatados del olvido que habían sido condenados. Uno de ellos, por ejemplo, cuestiona la teoría de la relatividad de Einstein a través de sendas cartas enviadas al científico que no tuvieron respuesta. Y otros, dan consejos a los gobernantes del mundo sobre cuestiones de gobernanza y economía. En ese pelotón están también antropólogos que están en todos los saraos como los abogados. Al leer estas valiosas glosas de Eco, me vino una epifanía diciéndome, pero si esto también ocurre en la Amazonía, sí. Está región desde tiempos inmemoriales ha producido ríos de tinta y folios que han ocupado estanterías con proyectos algunos sensatos y otros descabellados. La crónica de fray de Carvajal menciona a las mujeres guerreras de un solo seno del mito griego, por ejemplo. Ni que decir de las crónicas sobre El Dorado o el País de Jauja hecho por viajeros y exploradores. No sería nada desatinado hacer una suerte de inventario de estos proyectos extraños que muchos de ellos riñen con la sensatez, seguro que nos llevamos más de una sorpresa. Recuerdo uno que, con buena fe, imaginaba una Amazonia interconectada informáticamente y aquí mismo producían los ordenadores que saldrían a conquistar al mercado mundial, una fantasía, por cierto, pues, la floresta sigue incomunicada informáticamente. Otro de esos proyectos, muy recurrente, es la construcción de centrales hidroeléctricas que tienen un serio impacto negativo en la floresta, sueño o pesadilla que aparece según los tiempos políticos. O las carreteras de penetración a la selva que solo han traído desolación y una desbocada migración. En esta lista de proyectos insensatos o extraños sería bueno incluir la famosa y vapuleada hidrovia que más de insomnio produjo y produce en los pobladores de la floresta. La lista no ha terminado, seguiremos en esta larga e inagotable enumeración de proyectos que rozan el delirio sobre nuestros bosques y ríos. Otro sí: Sí usted amiga lectora o lector conoce de algunos de esos delirantes proyectos, por favor, no dude en comentarlo.