Entrevista sobre los clubs de lecturas a Milagros Valcárcel Padilla: «Los clubes literarios abren un camino desconocido, el de compartir nuevas experiencias lectoras».

El escritor Jorge Luis Borges, gran entusiasta de las bibliotecas y libros como lo demuestran sus cuentos, por razones del juego político terminó de inspector de aves en un mercado de Buenos Aires. La mala baba de los que toman esas decisiones no le menguó el hábito lector. Con el cobijo de Borges presentamos la entrevista a Milagros Valcárcel Padilla, aquí un extracto de la misma:

En un contexto como el de la Amazonía de gran debilidad acceder a los libros ¿Los clubs de lecturas sería una buena entrada a ellos?, ¿Qué otras iniciativas sobre el acceso a los libros pudieras sugerir?

Muchos consideran a la lectura como una actividad solitaria, sin embargo existe la posibilidad de leer en grupo, de hacer más rica la experiencia lectora, y por supuesto que los clubes literarios serían una buena entrada a la lectura y a los libros. Si bien es cierto, en la Amazonía hay una debilidad de acceder a los libros, pero ello no implica quedarse allí, a la espera de la implementación de una biblioteca municipal, o que las escuelas mismas esperen donaciones para implementar sus bibliotecas escolares, y así se pueda tener acceso a libros diversos. ¿Qué se debe hacer para cambiar ese chip? Obviamente tener iniciativa y creatividad. Los clubes de lectura en la ciudad de Iquitos son muy escasos, uno que otro quizá se intentó formar pero quedaron en medio camino, y quizá otros estén iniciando el viaje y confío en que llegarán a buen puerto.

¿Has integrado algún club de libros y cuál ha sido tu experiencia?, ¿Sería posible implementar en Iquitos?, ¿Los audiolibros pueden ser un aliado para acceder a los libros?

Me desempeñé como bibliotecaria en el colegio Parroquial «Sagrada Familia», pues esa experiencia me sirvió para conocer la realidad de las bibliotecas escolares, y de que necesariamente el papel de un bibliotecario es de suma importancia si realmente queremos formar una disciplina lectora. Me encantó trabajar con los alumnos que formaban parte del «Club de bibliotecarios», aprendí mucho de ellos, como también de mi compañero de biblioteca, mi gran amigo, André Hernández; y pues ni qué decir de la directora de dicha institución, la maestra Herlinda Navarro Cobos, quien es una buena motivadora en la lectura, y eso hace que los maestros y los alumnos sean partícipes de nuevas iniciativas lectoras.

Es necesario la implementación de clubes literarios en diferentes contextos, ya sea en las escuelas, universidades y fuera de ellas, porque se sabe que muchas personas aún no tienen un hábito lector. Los clubes literarios abren un camino desconocido, el de compartir nuevas experiencias lectoras.

En algunas partes los clubs de libros se entremezclan con la gastronomía, cafés o los viajes ¿Qué ingredientes se tendría en cuenta para un club de libros en la Amazonía.

Ya fortalecidos los clubes de libros, por qué no implementar iniciativas en donde la gastronomía, el café, los viajes y la naturaleza estén compenetrados con la lectura y los libros. Hay muchas zonas de nuestra ciudad en la que se debería aplicarlas, como por ejemplo, el embarcadero turístico de Iquitos, o aliarse o buscar apoyo con unos de los restaurantes fluviales o un lugar de gran acceso a la naturaleza, en donde puedas ir leyendo un libro mientras llegas a tu destino, y si el libro te agrada pues quedártelo y devolver a tu regreso.

¿Dónde imaginas un club de libros en la floresta y qué autores recomendarías para leer?

Más que un club de libros me imagino una biblioteca tradicional, que esté ubicada cerca al río, que al partir hacia su encuentro sea un bote con libros, el cual nos acompañe en nuestro trayecto para llegar a dicha biblioteca. Los clubes de libros obviamente tendrían una gran misión, y su papel sería muy esencial, porque en medio del camino se podrían compartir experiencias lectoras.