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¿Adiós memoria, bienvenido olvido?

Imagen: cementerio judío de Tánger

En una sobremesa con mi padre me comentó sobre la actriz Ofelia Montesco, quien triunfó en la meca del cine en los años cincuenta que era México, la Montesco la llamaban o Carita de cielo. Sin querer mi padre destapó un dato nada desdeñable. Ofelia Montesco (1936 -1983) era el non du plume de Ofelia Irene Grabwoski Edery, quien era hija de inmigrantes judíos, askenazí y sefardita, en este rincón de la floresta. Desde ahí mi afán de buscar más información sobre la huella judía en la Amazonía.

Es así que en Tánger encontré dentro del libro de un tingitano una fotografía de los tangerinos en Isla Grande. En las tumbas del cementerio de esta ciudad marroquí resonaban apellidos sefarditas -amazónicos como Abensur, Benzaquen, Bendayan, Toledano y  muchos más. Así iba tejiendo y entrelazando información como el libro de Ariel Segal «Jews of the Amazon. Self exile in Paradise» sobre los judíos en la Amazonía. Es más, desde entonces en los viajes trato de visitar espacios y trazos dejados por los judíos como el cementerio y las sinagogas de Praga, en Venecia, Marrakech, Ámsterdam (donde fue repudiado Baruch Spinoza), La Haya, Berlín, Cagliari, la emblemática sinagoga de Toledo o el museo judío de Buenos Aires (la ciudad bonaerense no solo es el estadio de Boca Junior) o el ESMA que nos recuerda ese charco de miseria de la dictadura argentina.

Me da curiosidad el ejercicio de memoria en la diáspora en este pueblo. El trazo judío me llevó a paladear escritores y filósofos judíos que reflexionaban sobre la Shoá o el holocausto perpetrado por los nazis. Horror, un gran libro sobre este espanto es el de Antonio Muñoz Molina bajo el título de «Sefarad». Algunas de las reflexiones de los pensadores judíos son válidas para entender lo que pasó en el Putumayo con las muertes de indígenas y el débil ejercicio de memoria de propios y extraños; recordemos que Perú es un país impúdicamente centralista y de quebradiza memoria. Por eso, con todo este bagaje en el equipaje, me cuesta entender lo que está sucediendo con los asesinatos con dolo, premeditación y crueldad en la franja de Gaza perpetrados por los cegados israelitas apoyados por la comunidad internacional al mirar a otro lado; la cifra de niños fallecidos asesinados da escalofríos.  Estas muertes a mansalva es ir contra su propia historia y memoria de este pueblo que se autoproclama que es el elegido.  

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